Un poema mientras se acercan Don Qujiote y Sancho Panza
martes, 16 de octubre de 2012
viernes, 5 de octubre de 2012
De: Cercadas Palabras
Poema
oh canto del pájaro del sol
enciendes tu plumaje
en la región primigenia del poema
ahí donde el cristal no asoma
todo queda en un jagüel de jades
en el canto de la rosa
en la amarilla aljaba del horror
oh te descubro fagot enamorado
hilvanas tu canción de vientos tristes
en la melopea del ritmo te mutilas
el pájaro del sol construye con tus restos
su nido en la rama más alta deste canto
Ppfal
oh canto del pájaro del sol
enciendes tu plumaje
en la región primigenia del poema
ahí donde el cristal no asoma
todo queda en un jagüel de jades
en el canto de la rosa
en la amarilla aljaba del horror
oh te descubro fagot enamorado
hilvanas tu canción de vientos tristes
en la melopea del ritmo te mutilas
el pájaro del sol construye con tus restos
su nido en la rama más alta deste canto
Ppfal
Cercadas palabras. Premio Iberoamericano Carlos Pellicer, 1978
En medio del caos
Para Vlady
petrificado cuerpo
trayecto de la fe
a la conciencia
única
mirada
lúcida el hombre esculpe su cuerpo
con cincel de agua
sol - tierra
más quemante que'l sol
velo de sangre atroz serena mirada de
asesino
roca - conciencia
así ciega
enloquecida
informe
monstruo bicéfalo exhalando
su fétido aliento
mas
en medio del caos aparente
-todo sigue un orden
rigurosamente establecido-
o frente a él
o a su costado
una figura se sostiene
sobre la mutilada escalera de la historia
/construirá el tramo que lo lleve
a la amorosa desnuda luz
flagelación del mar y sus recuerdos
¿qué reloj señalará ese instante?
Para Vlady
petrificado cuerpo
trayecto de la fe
a la conciencia
única
mirada
lúcida el hombre esculpe su cuerpo
con cincel de agua
sol - tierra
más quemante que'l sol
velo de sangre atroz serena mirada de
asesino
roca - conciencia
así ciega
enloquecida
informe
monstruo bicéfalo exhalando
su fétido aliento
mas
en medio del caos aparente
-todo sigue un orden
rigurosamente establecido-
o frente a él
o a su costado
una figura se sostiene
sobre la mutilada escalera de la historia
/construirá el tramo que lo lleve
a la amorosa desnuda luz
flagelación del mar y sus recuerdos
¿qué reloj señalará ese instante?
miércoles, 3 de octubre de 2012
Letanía de nuestro señor Don Quijote
Rey de los hidalgos, señor de los tristes,
que de fuerza alientas y de ensueños vistes,
coronado de áureo yelmo de ilusión;
que nadie ha podido vencer todavía,
por la adarga al brazo, toda fantasía,
y la lanza en ristre, toda corazón.
Noble peregrino de los peregrinos,
que santificaste todos los caminos
con el paso augusto de tu heroicidad,
contra las certezas, contra las conciencias
y contra las leyes y contra las ciencias,
contra la mentira, contra la verdad...
¡Caballero errante de los caballeros,
varón de varones, príncipe de fieros,
par entre los pares, maestro, salud!
¡Salud, porque juzgo que hoy muy poca tienes,
entre los aplausos o entre los desdenes,
y entre las coronas y los parabienes
y las tonterías de la multitud!
¡Tú, para quien pocas fueron las victorias
antiguas y para quien clásicas glorias
serían apenas de ley y razón,
soportas elogios, memorias, discursos,
resistes certámenes, tarjetas, concursos,
y, teniendo a Orfeo, tienes a orfeón!
Escucha, divino Rolando del sueño,
a un enamorado de tu Clavileño,
y cuyo Pegaso relincha hacia ti;
escucha los versos de estas letanías,
hechas con las cosas de todos los días
y con otras que en lo misterioso vi.
¡Ruega por nosotros, hambrientos de vida,
con el alma a tientas, con la fe perdida,
llenos de congojas y faltos de sol,
por advenedizas almas de manga ancha,
que ridiculizan el ser de la Mancha,
el ser generoso y el ser español!
¡Ruega por nosotros, que necesitamos
las mágicas rosas, los sublimes ramos
de laurel, Pro nobis ora, gran señor.
¡Tiembla la floresta de laurel del mundo,
y antes que tu hermano vago, Segismundo,
el pálido Hamlet te ofrece una flor!
Ruega generoso, piadoso, orgulloso;
ruega casto, puro, celeste, animoso;
por nos intercede, suplica por nos,
pues casi ya estamos sin savia, sin brote,
sin alma, sin vida, sin luz, sin Quijote,
sin piel y sin alas, sin Sancho y sin Dios.
De tantas tristezas, de dolores tantos
de los superhombres de Nietzsche, de cantos
áfonos, recetas que firma un doctor,
de las epidemias, de horribles blasfemias
de las Academias,
¡líbranos, Señor!
De rudos malsines,
falsos paladines,
y espíritus finos y blandos y ruines,
del hampa que sacia
su canallocracia
con burlar la gloria, la vida, el honor,
del puñal con gracia,
¡líbranos, Señor!
Noble peregrino de los peregrinos,
que santificaste todos los caminos,
con el paso augusto de tu heroicidad,
contra las certezas, contra las conciencias
y contra las leyes y contra las ciencias,
contra la mentira, contra la verdad...
¡Ora por nosotros, señor de los tristes
que de fuerza alientas y de ensueños vistes,
coronado de áureo yelmo de ilusión
que nadie ha podido vencer todavía,
por la adarga al brazo, toda fantasía,
y la lanza en ristre, toda corazón!
que de fuerza alientas y de ensueños vistes,
coronado de áureo yelmo de ilusión;
que nadie ha podido vencer todavía,
por la adarga al brazo, toda fantasía,
y la lanza en ristre, toda corazón.
Noble peregrino de los peregrinos,
que santificaste todos los caminos
con el paso augusto de tu heroicidad,
contra las certezas, contra las conciencias
y contra las leyes y contra las ciencias,
contra la mentira, contra la verdad...
¡Caballero errante de los caballeros,
varón de varones, príncipe de fieros,
par entre los pares, maestro, salud!
¡Salud, porque juzgo que hoy muy poca tienes,
entre los aplausos o entre los desdenes,
y entre las coronas y los parabienes
y las tonterías de la multitud!
¡Tú, para quien pocas fueron las victorias
antiguas y para quien clásicas glorias
serían apenas de ley y razón,
soportas elogios, memorias, discursos,
resistes certámenes, tarjetas, concursos,
y, teniendo a Orfeo, tienes a orfeón!
Escucha, divino Rolando del sueño,
a un enamorado de tu Clavileño,
y cuyo Pegaso relincha hacia ti;
escucha los versos de estas letanías,
hechas con las cosas de todos los días
y con otras que en lo misterioso vi.
¡Ruega por nosotros, hambrientos de vida,
con el alma a tientas, con la fe perdida,
llenos de congojas y faltos de sol,
por advenedizas almas de manga ancha,
que ridiculizan el ser de la Mancha,
el ser generoso y el ser español!
¡Ruega por nosotros, que necesitamos
las mágicas rosas, los sublimes ramos
de laurel, Pro nobis ora, gran señor.
¡Tiembla la floresta de laurel del mundo,
y antes que tu hermano vago, Segismundo,
el pálido Hamlet te ofrece una flor!
Ruega generoso, piadoso, orgulloso;
ruega casto, puro, celeste, animoso;
por nos intercede, suplica por nos,
pues casi ya estamos sin savia, sin brote,
sin alma, sin vida, sin luz, sin Quijote,
sin piel y sin alas, sin Sancho y sin Dios.
De tantas tristezas, de dolores tantos
de los superhombres de Nietzsche, de cantos
áfonos, recetas que firma un doctor,
de las epidemias, de horribles blasfemias
de las Academias,
¡líbranos, Señor!
De rudos malsines,
falsos paladines,
y espíritus finos y blandos y ruines,
del hampa que sacia
su canallocracia
con burlar la gloria, la vida, el honor,
del puñal con gracia,
¡líbranos, Señor!
Noble peregrino de los peregrinos,
que santificaste todos los caminos,
con el paso augusto de tu heroicidad,
contra las certezas, contra las conciencias
y contra las leyes y contra las ciencias,
contra la mentira, contra la verdad...
¡Ora por nosotros, señor de los tristes
que de fuerza alientas y de ensueños vistes,
coronado de áureo yelmo de ilusión
que nadie ha podido vencer todavía,
por la adarga al brazo, toda fantasía,
y la lanza en ristre, toda corazón!
martes, 2 de octubre de 2012
Canción harto lírica e inspirada
Hipnóticamente hablando
que siga la mata dando
que nos sobran mata bachas
para seguirla quemando.
Negras elucubraciones,
ramal de lamentaciones
si la yerba se nos va
y nos deja
bien erizos en la mar.
Ramal de lamentaciones,
negras elucubraciones
si la yerba finiquita
y no nos queda, chiquita,
ni un toque preliminar
para el vicio bien mayor
de ver la televisión
20 horas sin parar.
Negras lamentaciones,
ramal de elucubraciones.
Rápame con tu rastrillo,
el que usas en el pubis,
hasta dejarme amarillo
el coco bien afeitado
si la yerba te provoca
síntomas tan espantosos
como la Paty Chapoy.
Voy voy
Voy voy
José Falconi
Hipnóticamente hablando
que siga la mata dando
que nos sobran mata bachas
para seguirla quemando.
Negras elucubraciones,
ramal de lamentaciones
si la yerba se nos va
y nos deja
bien erizos en la mar.
Ramal de lamentaciones,
negras elucubraciones
si la yerba finiquita
y no nos queda, chiquita,
ni un toque preliminar
para el vicio bien mayor
de ver la televisión
20 horas sin parar.
Negras lamentaciones,
ramal de elucubraciones.
Rápame con tu rastrillo,
el que usas en el pubis,
hasta dejarme amarillo
el coco bien afeitado
si la yerba te provoca
síntomas tan espantosos
como la Paty Chapoy.
Voy voy
Voy voy
José Falconi
lunes, 1 de octubre de 2012
De: Cercadas palabras. Premio Bellas Artes Iberoamericano de Poesía Carlos Pellicer, 1978
Poema
Noche gaviota vaga disonancias
de piedra inerme
rey en desgracia por palacio
en abandono
gaviota recorre islas golpes de noche
alcohol en azoteas husmea gato
noctívago maullido ronco
noche - gaviota
Como en una embriaguez
Como en una embriaguez
todo sucede en una especie de infinito
Como asirse al recuerdo de la lámpara
encendida en medio del insomnio
y ante el espejo ver
cómo se cae el rostro
Lápida para una muchacha muerta
"Ella quiso morir
gritando las consignas del partido"
Benito Taibo
Verte así era como abrir desorbitada
ventana al sueño.
Y verte bajo los álamos matutinos, vernos
bajo los árboles del amanecer
-metralleta en mano-
instalarse de lleno en el sueño.
El otoño hizo de ellos
esqueletos:
huesos del planeta
sublevados.
Poema
Inauguro largo paseo por el sueño.
Miro el rostro que nos mira.
Él tiene puertas.
Invisibles caminos.
En el filo te acuestas.
Bajo la lluvia mi cadáver pasa.
Noche gaviota vaga disonancias
de piedra inerme
rey en desgracia por palacio
en abandono
gaviota recorre islas golpes de noche
alcohol en azoteas husmea gato
noctívago maullido ronco
noche - gaviota
Como en una embriaguez
Como en una embriaguez
todo sucede en una especie de infinito
Como asirse al recuerdo de la lámpara
encendida en medio del insomnio
y ante el espejo ver
cómo se cae el rostro
Lápida para una muchacha muerta
"Ella quiso morir
gritando las consignas del partido"
Benito Taibo
Verte así era como abrir desorbitada
ventana al sueño.
Y verte bajo los álamos matutinos, vernos
bajo los árboles del amanecer
-metralleta en mano-
instalarse de lleno en el sueño.
El otoño hizo de ellos
esqueletos:
huesos del planeta
sublevados.
Poema
Inauguro largo paseo por el sueño.
Miro el rostro que nos mira.
Él tiene puertas.
Invisibles caminos.
En el filo te acuestas.
Bajo la lluvia mi cadáver pasa.
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